Este proyecto nació de un sueño que me acompañó durante mucho tiempo, y que finalmente se hizo realidad en 2019: adaptar mi trabajo a la vida nómade que comparto con mi familia.
Pasar tantos meses lejos de casa me había alejado de mi profesión, algo que sentía como una cuenta pendiente. Así nació Águila, como una forma de volver a conectar con lo que amo y darle vida nuevamente a mis manos.
Mi admiración por la riqueza cultural de nuestro país me llevó a explorar textiles artesanales creados por comunidades de distintas regiones. A través de Águila, busco honrar ese saber ancestral, revalorizando sus técnicas tradicionales y dándoles un nuevo sentido en diseños contemporáneos.
Cada pieza es hecha 100% a mano en mi taller itinerante, utilizando fibras naturales y cueros argentinos. Es un espacio donde la creatividad fluye libre, impulsada por la intuición, los sueños y el amor por lo que hago.